viernes, 14 de noviembre de 2014

Hasta el fin de los tiempos 1x1

HASTA EL FIN DE LOS TIEMPOS

PILOTO


Erase un tiempo, en un lugar en específico, donde rebosaba de hectáreas de árboles, donde el sol alegraba los campos de maíz, donde las nubes podían ver al pueblo como se movía, era otoño, las fiestas de la cosecha era el principal motivo de conversaciones entre los aldeanos. Los niños corrían esperando a que llegara la noche donde podían observar las luces que ofrecía el reino en cada festividad, vacas por un lado, carretas por el otro y comida por doquier.

Las amas de casas preparaban una carta donde escribían del porque estaban agradecidas, era obvio que por las cosechas, pero de igual manera porque es en esa estación de flores y colores del viento donde se asomaban los cazadores con comida para el pueblo, eran los padres de familia, los hombres mas robustos que cualquier extraño a aquella aldea pensarían que son soldados de guerra. En aquella colina se asomaban cientos y cientos de hombres felices de abrazar a sus hijos, ansiosos de tocar a sus esposas y amorosos a recibir la bendición de sus madres, las ancianas del pueblo; las que tomaban el poder cuando estos se iban de casería.

Rolter era un hombre serio y callado, pero a la hora de comer no faltaban sus chistes; armonizaba la noche en familia, ya que seguía una generación de hombres honestos y amables que daban lo que sea por hacer el bien, pero en unas de sus caserías sus botas se arruinaron, se sentó bajo una piedra mientras los otros le decían que se apresurara.

Rubber - ¡¡Vamos Rolter, nuestras esposas nos esperan¡¡

Rolter – tú sigue, ya en poco te sigo el paso.


Rolter espero unos minutos, su respiración bajaba de tanto cansancio hasta que por fin se sentía en paz, bajo su mirada para luego tomar impulso para poder seguir su camino hasta que escucho un sonido raro que  desde su juventud no había escuchado.

Rolter - ¿Qué será eso? Ja, habré alucinado, creo que me aleje tanto tiempo de mi familia que ya escucho cosas.

Se levanto y ese sonido lo aquietaba más, empezó a pensar: ¿será un venado? ¿Será un zorro? Oso no es, porque ya acabamos la temporada.

Rolter empezaba a sentir como sus rodillas temblaban de nervios - ¡Caramba ¡ como es posible que tenga miedo a un simple ruido – dijo riendo con si mismo.

Quien iría a pensar que un sonido tan suave podría asustar a un cazador robusto y tosco. Rolter ni siquiera podía pensarlo, era un bebe el que estaba llorando. Se jalaba el cabello, volvía a ver a todos lados, era un dulce y tierno bebe.

Rolter – esto no es posible, ¿quien podría dejar a un bebe en el bosque? ¡! HOLA!! ¿¿ALGUIEN???.

Rolter gritaba a viva voz para ver si alguien lo había olvidado o se lo habían secuestrado…nadie respondía, pero el no podía dejarlo por miedo a los lobos y las tantas historias que había escuchado en el pueblo vecino acerca de un lobo tan feroz que acababa con medio ejercito, pero tenia miedo a que su esposa pensara que es una hija ilegitima que tuvo con otra mujer mientras estaba ausente en casa.

- No, debo decírselo a mi mujer, ambos sabremos que hacer- dijo Rolter con gran seguridad ante tal situación.
Mientras tanto en la plaza del pueblo se regocijaba y aplaudían el regreso de sus esposos y padres, Sara, esposa de Rolter aun escribía aquella carta como que sabia que debía agregar algo más en la lista de agradecimiento, Sebastian, primogénito de Rolter y Sara, entro a aquella diminuta choza alegre y asustado al mismo tiempo – ¡Madre, Madre! ¿Estas aquí?- grito para que hasta los vecinos le escuchasen y dieran respuesta del porque su madre no asistió a la bienvenida.

Sara –Aquí estoy hijo, en la cocina, no grites como si la casa fuese un castillo donde no me encuentres.
Sebastian – Madre, disculpe, pero es que no la mire en la bienvenida como de costumbre, por eso me asuste, pregunte al pueblo pero todos estaban felices que ni siquiera me respondían.

Sara – Si hijo, lo se, perdí la noción del tiempo al escribir esta carta, la verdad no se que mas escribir.

Sebastian – Madre bromea, ha hecho esa misma carta desde que Abuelo cazo osos, desde que padre hizo lo mismo y desde que yo empecé, como es que no sabe que mas escribir.

Sara – basta hijo, solo no se que mas… ¿donde esta tu padre? ¿No venia contigo? ¿Qué le paso? ¡¡Cuéntame!!

Sebastian – recuerdo que quedo junto con el tío Rubber, al final de la fila, creo que se le arruinaron las botas que le hicisteis.

Sara muy preocupada sintió como que la carta no seria de agradecimiento, sino de luto, en eso entra Rolter y cierra rápidamente la puerta, y por un agujero revisaba si no había gente alrededor.

Sebastian – padre de quien huyes, no hay nadie en esta cuadra, todos están en la plaza.
Rolter - ¿seguro?
Sara – ¿¿NI UN BESO, NI UN HOLA, NADA??
Rolter – Querida lo siento, tengo algo que decirte…o enseñarte, pero no te alteres, Sebastian es testigo de lo que hice en la cacería.
Sara - ¿Qué hicisteis?  ¿Qué traes ahí?
Rolter – mira por ti misma.


Sara se quedo muda y vio los ojos de su amado pidiéndole explicaciones, Sara ama a su esposo y confía que nada malo podría hacer y que esto solo explicaba su corazón bondadoso.
Rolter – Sebastian, hijo mío acércate, mira esto.
Sara - ¿Dónde… como… que paso? Rolter ¿Qué es lo que paso?
Sebastian – padre, ¿es un bebe?
Rolter – claro que es un bebe, Sara, amor mío, la encontré camino al pueblo.
Sebastian – pero padre, tu estabas en la ultima fila, ¿Cómo es que yo no lo vi, si yo encabezaba la caravana?
Sara - ¿ y que piensas hacer con ella?
Rolter – no lo se hijo, talvez no la escuchaste, querida, pensaba que tu me pudieras ayudar al respect… Ella, ¿Ella dijiste?
Sara – si Rolter, es una niña, al parecer tiene poco de nacer, no me explico como alguien podría dejar a un bebe tan tierno como ella.
Rolter – amor, ¿no lo ves? Esto podría ser una señal, solo yo la pude escuchar y además…ya sabes… siempre hemos querido tener una niña, depuse de lo que te paso.
Sara – lo se, pero hay que preguntarle al líder del pueblo sobre esta decisión, ¿no crees que estamos precipitándonos?
Rolter – Sebastian, ¿tu que dices?, eres nuestro hijo y te amamos, pero ¿que piensas tu?
Sebastian – pienso lo que piensen ustedes, si el líder nos la permite dejárnosla, yo acepto su decisión.

La familia iba unida como en marcha de guerra hacia la plaza, ya era de Noche y todos estaban listos para que el líder y las ancianas bendijeran al pueblo, las esposas e hijos a entregar sus cartas de agradecimientos a sus padres, pero todos voltearon a ver a Rolter y su familia. Instantáneamente el líder se le borro la sonrisa y los ojos volteaban a ver por todos lados tratando de explicarse el silencio de Rolter, el cual acostumbraba reír y bailar. Rolter parecía estatua, no sabia que decir por temor al que dirán, mientras que Sara al ver el temple del rostro de su esposo decidió a expresar:

Sara – pueblo de Delezer, mi esposo ha encontrado esta bebe antes de llegar al pueblo y…

El líder hace una seña con la mano en señal de que no se preocupara - confío en Rolter, se que todo el pueblo tiene fe en el, sea lo que sea que paso, no hay que temer, se tu situación Sara, y el problema que tuviste en tu ultimo embarazo y según el rostro de suplica de tu hijo Sebastian, te permito que críes al bebe como tuyo, el pueblo aquí presente debe oír esto, todos lo aceptaremos como tal, como pueblerino de Delezer- asi dijo el líder en interrupción a Sara.

La esposa del líder estaba consternada y le dijo a su esposo - ¿estas seguro de que haces lo correcto? ¿ y si el bebe es de alguien peligroso?

El líder dijo – cuidar un bebe nunca ha dejado de ser lo correcto, se me ha hecho saber que una bestia roba a los bebes de mujeres para hacer comercio, en aquel pueblo sufren por eso, posiblemente la madre de la criatura dejo en manos de un hombre fuerte y honesto.
Todo el pueblo murmuro ante el acto de fe tan ciega, uno de los aldeanos dijo: si esa bestia es tan peligrosa, ¿Por qué hemos de tener lo que desea? ¿no creen que si llega a saber que la tenemos nos podría hacernos daño?

¡¡¡ES POR ESO QUE NO LO SABRAN!!! , si alguien se atreve a decir algo, no se la verán conmigo, sino con la bestia y su furor – volvió a interrumpir el líder- ¿además cual será el nombre del bebe?

Rolter – eh…. Vera…
Sara – Ivania será su nombre.
El líder repitió – Ivania será.

Pero el pueblo seguía desconfiando de la decisión de su líder, puesto que al presentar al bebe al pueblo, todos vieron que era de cabellos dorados, algo que no caracterizaba a la zona del reino y que algún día se sabrá la verdad, porque la verdad tiene sus formas de revelarse.

Así creció y se formo una bella joven, tan llena de vigor y alegría, se demostraba diferentes ante las otras jóvenes del pueblo, no era de esas niñas delicadas y que jugaban con muñecas, prefería pasar las tardes con los ancianos, jugar en la lluvia junto con los niños, era como un animalillo salvaje, fanfarroneaba de su supuesta fuerza contra los amigos de Sebastian, que estaba claro que la dejaban ganar en todo porque estaban enamorado de ella.

Todo el pueblo estaba listo para despedir a los hombres cazadores, pero para entonces Rolter ya estaba avanzado de edad, su trabajo era solo dirigir las zonas de cacería, ya que no lo hacían por diversión, sino por sostenibilidad del pueblo, Ivania pensó mucho al respecto, ella practicaba al tiro de flecha junto con su padre y hermano, sabia las técnicas de cacerías, según ella, la sangre cazadora corría entre sus venas.

A la mañana siguiente se preparo, tomo su arco y flechas, estaba preparada para matar a todos los osos por si misma, al salir de casa, se veía la neblina cubrir al bosque, mientras Sara y Sebastian preparaban la carreta con provisiones, vieron de lejos a aquella mujer decidida a todo.

Rolter la vio con aquellos ojos de padre protector y le dijo:
- Adonde te diriges mujer del campo –
Ivania volteo rechinando los dientes y viéndolo tiernamente tratando de convencer a su padre.

Las mujeres del pueblo, madres de aquellas mozas envidiosas la miraban de arriba abajo, mientras trataban de preparar a sus esposos dijeron refunfuñando: - ja, mírenla, un poco más y las mujeres podrán ir a la guerra vestidas de armaduras- uy que cosas dices Martha, eso es ridículo, ninguna mujer estaría cuerda para hacer tal cosa -.

Sara – pido a ambas que sigan con sus labores.
Rolter - Ivania cámbiate ahora mismo y ve a buscar otra cosa que hacer.
Ivania – pero padre, no es algo del otro mundo, he cazado codornices y conejos con Sebastian, además, vas a darle razón a esas mujeres chismosas.
Rolter – la razón la tengo yo, y que hayas cazado no significa que puedas contra los osos.
Ivania – pero padre…por favor, la sangre de caza osos esta en mis venas, nada podrá pasarme.
Sara – ¡Hija¡

Rolter observo a aquella bebe tierna, la tomo del hombro observándola como ha crecido y como pasan los años frente a el y muy sabiamente le dijo:

- hija, Ivania, querida mía, el destino es muy raro y actúa de manera que no podemos entender, esto podría no ser tu destino, NI TAMPOCO ANDAR ¡!CON OTROS JOVENES¡¡ - grito a gran voz para que las vecinas le escuchasen. Ivania sonrió un poco pero no contenía las lagrimas – no desesperes hija mía, volveré, y en el tiempo que quede en que termine la primavera, se que sabrás tu destino y como se que eres inteligente se que me escucharas-.

Ivania lo vio alejarse junto con su hermano, aquella colina se hacia mas grande a medida que todos los cazadores caminaban hacia el otro lado, aunque quisiera, Ivania no podría alcanzarlos aunque desobedeciera  a sus padres.

Ivania se dijo a si misma – padre, encontrare mi destino, sabre elegir mi camino y te llenaras de orgullo por mi. LO PROMETO.

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